kiko veneno. david minayo mogollón.
José María López Sanfeliu, conocido artísticamente como Kiko Veneno, es un músico y compositor español nacido el 3 de abril de 1952 en Figueres, Girona. Considerado uno de los artistas más influyentes de la música española, su carrera se caracteriza por la fusión innovadora de flamenco, rock, pop y blues, creando un sonido único que ha dejado una huella imborrable en la música popular. Su vida y obra están profundamente ligadas a Andalucía, especialmente a Sevilla, donde ha residido desde su adolescencia. A continuación, detallo su biografía, incluyendo su infancia, formación, carrera musical, colaboraciones y legado, con especial énfasis en su relación con La Bola de Cristal y su contexto en la música española.
Infancia y Juventud
Kiko Veneno nació en una familia de clase media: su padre, Bienvenido López, era militar, y su madre, de origen catalán, ama de casa. En 1954, con solo tres años, la familia se trasladó a Cádiz, y en 1961 se establecieron en el barrio de Nervión, Sevilla, ciudad que marcaría profundamente su identidad y estilo musical. Durante su adolescencia, Kiko se sintió atraído por el rock y la contracultura, influenciado por artistas como The Beatles, Jimi Hendrix y, especialmente, Bob Dylan.
Estudió Filosofía y Letras, especializándose en Historia Contemporánea, en la Universidad de Barcelona, donde se graduó en 1974. Durante sus años universitarios, en 1971, debutó como cantante en una huelga en la Universidad de Sevilla, formando parte de un dúo llamado Kiko y Germán. Su compromiso político, influido por el ambiente antifranquista de la época, lo llevó a conocer a figuras como Alfonso Guerra y Felipe González, aunque más tarde se desencantaría del PSOE, criticando a González por traicionar los ideales socialistas.
En los años 70, Kiko viajó por Europa y Estados Unidos, asistiendo a conciertos de Frank Zappa y Bob Dylan, que moldearon su visión musical. Curiosamente, fue en San Francisco en 1973 donde redescubrió el flamenco, gracias a un encuentro con un gitano de Morón de la Frontera, lo que marcó un punto de inflexión en su carrera. Al regresar a España, adoptó una estética y actitud hippie, algo inusual en la Sevilla de la época.
Carrera Musical
Inicios con Veneno (1975-1978)
En 1975, Kiko conoció a los hermanos Rafael y Raimundo Amador, con quienes formó el grupo Veneno, junto a Antonio Moreno “El Tacita” y Pepe Lagares. En 1977, bajo la producción de Ricardo Pachón, grabaron su álbum homónimo, Veneno (CBS), un disco revolucionario que fusionaba flamenco, rock y blues. La grabación, caótica y marcada por el consumo de LSD (según Pachón), se realizó en cinco días y se considera hoy un clásico de la música española, aunque en su momento pasó desapercibido, vendiendo solo unos cientos de copias. La portada original, que representaba una tableta de hachís, fue censurada y reemplazada por una más neutra.
El grupo se disolvió en 1978 tras una discusión entre Kiko y Raimundo durante una actuación en Barcelona. De esta separación surgieron Pata Negra (formado por los hermanos Amador) y la carrera en solitario de Kiko.
Colaboración en La Leyenda del Tiempo (1979)
En 1979, Kiko Veneno colaboró en el emblemático álbum La Leyenda del Tiempo de Camarón de la Isla, un disco que revolucionó el flamenco al incorporar elementos de rock y jazz. Kiko compuso la icónica rumba “Volando voy”, que se convirtió en un himno de la música española, con versos como “Enamorado de la vida, aunque a veces duela”. La canción, improvisada una noche en Sevilla junto a los hermanos Amador, fue cedida a Camarón, quien la popularizó. Kiko también contribuyó con otros temas del disco, como “Mi niña se fue a la mar”, “Viejo mundo” y “Homenaje a Federico”, combinando poesía de Federico García Lorca con música flamenca.
Carrera en Solitario y Dificultades (1980-1991)
Tras la disolución de Veneno, Kiko se alejó temporalmente de la música y abrió un chiringuito en Conil, Cádiz, donde entabló amistad con Maribel Quiñones, conocida como Martirio, a quien luego produciría. En 1981, participó como regidor en la “Gira Histórica” junto a Camarón, Pata Negra, Silvio, Tabletom y María Jiménez.
En 1982, en plena Movida Madrileña, grabó su primer álbum en solitario, Seré mecánico por ti (Epic), producido por José Luis de Carlos. A pesar de incluir canciones como “Pata palo” y “Farmacia de guardia”, no tuvo éxito comercial. Durante los 80, Kiko compaginó la música con un trabajo como programador cultural en la Diputación de Sevilla, ya que sus discos no le permitían vivir de la música. Otros trabajos de esta época, como Si tú, si yo (1984, un maxi-single con Raimundo Amador y Martirio) y Pequeño salvaje (1987), fueron considerados de menor calidad y no lograron impacto. En 1989, intentó revivir Veneno con El pueblo guapeao, pero sin Rafael Amador ni Pachón, el resultado fue más una maqueta que un disco acabado, lo que llevó a Kiko a plantearse abandonar la música.
Consagración con Échate un cantecito (1992)
En 1992, Kiko firmó con BMG-Ariola y, asesorado por Santiago Auserón (ex-Radio Futura), trabajó con el productor inglés Joe Dworniak para grabar Échate un cantecito. Este álbum, con éxitos como “Joselito”, “En un Mercedes blanco”, “Echo de menos” y “Lobo López”, lo catapultó a la fama. La gira “Kiko Veneno y Juan Perro vienen dando el cante”, junto a Raimundo Amador y Santiago Auserón (como Juan Perro), consolidó su éxito. El disco, grabado en Londres, es considerado uno de los mejores del pop español, ocupando la 9ª posición en la lista de Efe Eme y un lugar entre los 50 mejores discos de rock español según Rolling Stone.
En 1995, lanzó Está muy bien eso del cariño, con la guitarra flamenca de Raimundo Amador y una portada diseñada por Javier Mariscal. Canciones como “Viento de poniente” y “Memphis blues” reforzaron su reputación. Sin embargo, Kiko terminó su relación con BMG por considerar que no apoyaban suficientemente su trabajo.
Independencia y Carrera Posterior (2000-presente)
A partir de 2001, con el recopilatorio Un ratito de gloria, Kiko se alejó de las grandes discográficas y optó por la autogestión. En 2002, lanzó Gira mundial exclusivamente por internet, y en 2005 publicó El hombre invisible (Elemusic), grabado en Sevilla con colaboraciones como Charlie Cepeda. Otros discos destacados incluyen Dice la gente (2010, premiado como Mejor Álbum de Pop Alternativo en los Premios de la Música 2011), Sensación térmica (2013), Doble vivo (2016), Sombrero roto (2019, nominado al European Independent Album of the Year por IMPALA) y Hambre (2021), que explora sonidos más experimentales.
Kiko también ha colaborado con artistas como Los Delinqüentes, Tomasito y Muchachito Bombo Infierno en el grupo G5 (2006) y ha compuesto bandas sonoras, como para Entre dos aguas (2018), que recibió nominaciones en los Premios Gaudí y ASECAN. En 2019, C. Tangana lo invitó a colaborar en su álbum El Madrileño, reconociendo su influencia.
Participación en La Bola de Cristal
Durante los años 80, Kiko Veneno participó en La Bola de Cristal, el programa infantil y juvenil de TVE dirigido por Lolo Rico. Su contribución incluyó la composición y actuación en vídeos musicales como “No adivino nada” y, especialmente, “Me siento tan feliz”, donde apareció caracterizado como el monstruo de Frankenstein. Estas apariciones, aunque puntuales, conectaron su música con el espíritu transgresor del programa, que compartía su interés por la creatividad y la contracultura. Su participación reforzó su presencia en la escena cultural de la Movida, aunque su estilo estaba más arraigado en el flamenco y el rock andaluz que en el pop madrileño.
Vida Personal
Kiko Veneno está casado con Ana Fernández, quien ha sido un apoyo fundamental en su carrera y vida personal. La pareja tiene tres hijos: Adán y dos más, criados en un entorno impregnado de música y creatividad. En los años 70, Kiko y Ana enfrentaron dificultades económicas, llegando a pasar hambre tras el nacimiento de su primer hijo, lo que llevó a Kiko a abrir un chiringuito en Conil. A pesar de su éxito, Kiko ha mantenido una vida discreta en Sevilla, alejado del foco mediático, y sigue profundamente conectado con sus raíces andaluzas.
Premios y Reconocimientos
- Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2009), otorgada por el Ministerio de Cultura de España.
- Premio Nacional de las Músicas Actuales (2012), por su contribución a la música popular.
- Premio de Honor Mario Pacheco (UFI), por su trayectoria.
- Premio al Mérito Rockero (Montilla) y Premio Moments (Málaga).
- Veneno (1977) y Échate un cantecito (1992) figuran entre los mejores discos del siglo XX según revistas como Efe Eme y Rockdelux.
- Nominaciones por la banda sonora de Entre dos aguas en los Premios Gaudí y ASECAN.
Legado e Influencia
Kiko Veneno es un pionero en la fusión de flamenco con rock, pop y otros géneros, abriendo camino para artistas como Pata Negra, Martirio, Mártires del Compás y C. Tangana. Su disco Veneno (1977) y su colaboración en La Leyenda del Tiempo (1979) son hitos que transformaron la música española, mientras que Échate un cantecito lo consolidó como un icono del pop aflamencado. Su estilo, que combina letras poéticas, irónicas y profundas con un swing único, ha inspirado a generaciones de músicos.
En La Bola de Cristal, su participación simbolizó la conexión entre la vanguardia musical y la televisión innovadora, reforzando su papel en la cultura de los 80. En X, fans y artistas como
@DiegoAManrique
han destacado su legado, llamando a “Volando voy” el “himno extraoficial de la España democrática”. En 2022, un documental, Un día Lobo, exploró la creación de Échate un cantecito, reafirmando su relevancia.Kiko Veneno sigue activo, con conciertos como el anunciado en Sevilla en 2022, donde repasó su carrera, y continúa siendo una figura clave en la música española, combinando tradición y modernidad con una libertad creativa inquebrantable.
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